En nuestras instrucciones paso a paso te mostramos cómo arreglar un jardín descuidado.
15.07.2021
Camina con ojo crítico por cada zona del jardín para valorar en detalle la magnitud del reto que tienes por delante. Pregúntate qué plantas están creciendo y dónde, qué quieres conservar y qué te gustaría cambiar a medida que vayas renovando el jardín.
Las ortigas y las matas descuidados deben apartarse hacia un lado con un palo para valorar si hay o no obstáculos en el suelo como piezas, trozos de alambrada, etc. Marca estos obstáculos con balizamientos visibles. Comprueba si es necesario podar o aclarar árboles y arbustos, prestando especial atención a las ramas podridas o muertas. Piensa también qué es necesario eliminar. En muchos casos, basta con podar para conseguir el espacio y el aspecto que deseas, y también para permitir que la luz llegue mejor a arbustos y parterres de flores. Identifica las plantas y arbustos que quieres reubicar.
Para espacios más grandes, te recomendamos dibujar un plano con lo que deseas plantar en el jardín. El plano debe estar hecho a escala e incluir edificios, áreas, caminos y arbustos. También debes indicar detalladamente qué zonas están a la sombra a lo largo del día, esto te ayudará a encontrar el lugar adecuado para cada planta.
Para limpiar el jardín necesitarás:
Trabajar con máquinas potentes es divertido e implica poder realizar tareas más exigentes, lo cual es fantástico siempre que lleves ropa de protección eficaz y segura mientras trabajas. Utiliza siempre un equipo de protección individual cuando trabajes con motosierra o cualquier otra máquina con equipo de corte. El equipo incluye casco, guantes y pantalones con protección anticorte y botas de seguridad, entre otros elementos. Para más información consulta el manual de instrucciones de tu máquina. Antes de utilizar la motosierra por primera vez, familiarízate por completo con la máquina y asegúrate de que se encuentra en perfecto estado. Previa solicitud, en tu tienda especialista STIHL estarán encantados de preparar tu máquina para este primer uso, además de aconsejarte sobre los modelos y tallas de ropa de protección recomendados para tus trabajos en el jardín. Recuerda que el equipo de protección individual no sustituye técnicas de trabajo seguras.
Debes empezar limpiando el jardín descuidado y eliminando cualquier residuo. Lleva una cesta, una bolsa de basura o una carretilla para deshacerte de macetas de plástico, trozos de terracota rotos o guías de plantas desechadas.
Corta el césped con una desbrozadora o un cortacésped. Hecho esto, será mucho más fácil tener una visión global de por dónde seguir trabajando. En este momento es cuando las estacas de madera que has colocado cobran sentido: ten cuidado al cortar y recortar a su alrededor. Rastrilla los recortes y elimínalos.
Consejo STIHL:
Si utilizas una desbrozadora o un cortabordes para limpiar las hierbas altas, trabaja sistemáticamente en hileras, despejando el camino de un lado al otro.
Es el momento de eliminar las malas hierbas, tarea que debería empezar a marcar la diferencia en el jardín. Elimina las malas hierbas a mano siempre que sea posible, aunque puedes ayudarte con una desbrozadora o cortabordes de cuchilla para cortar las más altas, siempre que no sean leñosas, a un tamaño más manejable. Lo ideal es cortarlo todo a unos 15 cm de altura, haciéndolo en varias etapas si es necesario.
Utiliza la biotrituradora para triturar estos residuos. A continuación, saca los tallos restantes de la tierra. Si hay algún tallo difícil de quitar, suelta la tierra que lo rodea con un rastrillo. Si aun así te cuesta desentierra el tallo con una pala. Asegúrate de sacar también el cepellón; de lo contrario, la maleza reaparecerá rápidamente.
A estas alturas ya deben notarse los progresos que has hecho en tu jardín descuidado, así que es hora de dar un paso más y podar árboles y arbustos para darles forma y aclararlos.
Desentierra los tocones de árboles antiguos con una pala. Es fácil eliminar totalmente los arbustos pequeños que no quieras: córtalos cerca de la tierra y luego saca las raíces. En cuanto a los árboles y arbustos que quieras conservar, retira las ramas rotas cortándolas cerca del tronco o del tallo principal.
A continuación, examina y poda las plantas más grandes para adaptarlas a tus necesidades buscando posibles retoños. Muchas plantas echan retoños desde sus raíces, lo que hace que aparezcan nuevas plantas en otros lugares que acaban convirtiéndose en plantas independientes maduras: genial para la propagación forestal, pero que rara vez resultan ideales en un jardín. Entre las plantas propensas a echar retoños se incluyen la zarzamora, las lilas, la robinia, el álamo y los cerezos ornamentales. Por lo general, es mejor excavar los retoños que cortarlos. Puedes encontrar información detallada sobre el recorte de setos aquí. Por último, elimina todos los recortes con la biotrituradora.
Si tienes árboles que crean demasiada sombra, tienen un follaje excesivamente denso o ramas cruzadas entre sí, debes utilizar una podadora de altura (de batería) para clarear las copas. Para ello, retira siempre las ramas enteras hasta el tronco o la rama que las origina, en lugar de cortar todas las ramas a una longitud uniforme, de lo contrario, aparecerán muchos brotes en los cortes al año siguiente. Retira inmediatamente las ramas podridas, viejas o enfermas.
Las identificará por tener una corteza arrugada y, a menudo, más oscura que otras ramas y suelen estar cubiertas de musgo o de algas. Por último, utiliza una motosierra para cortar el resto de ramas.
CONSEJO STIHL:
Existen normativas legales que debes tener en cuenta al podar setos y árboles. Normalmente estos trabajos deberán realizarse entre octubre y febrero, no obstante infórmate de la normativa local vigente en tu zona.
Los arbustos multitallo, como la grosella roja o las plantas de la familia de las rosáceas, se caracterizan por tener muchos retoños individuales que crecen desde la tierra. Puedes recortar estas plantas o reducir su tamaño cortando el exceso de crecimiento 10 cm por encima del suelo.
CONSEJO STIHL:
Una guía y una cuerda pueden ayudarte a controlar las zarzas que sobresalen y otros arbustos: clava la guía en la tierra, dobla las ramas hacia un lado y sujétalo todo con la cuerda. El área alrededor de las ramas quedará más despejada.
Determina dónde estarán los bordes, los límites y los parterres de flores. Después de todo, tener áreas claramente definidas marca la diferencia entre un jardín descuidado y otro ordenado. Define los bordes del césped y márcalos con una pala para arreglar un jardín abandonado.
CONSEJO STIHL:
Si te gusta que el jardín tenga un aspecto más natural, no demasiado ordenado, hay un pequeño truco que puedes probar. Extiende una capa gruesa de mantillo alrededor de arbustos y matas; esto los mantendrá sin malas hierbas y bien definidos, mientras que puedes dejar que en otras zonas crezcan libremente.
Ahora puedes ordenar el resto de arbustos. Divide los que se hayan vuelto demasiado grandes o leñosos sacándolos de la tierra y dividiendo el cepellón en varias partes. Vuelve a plantar una parte en su ubicación original y coloca las otras en nuevas ubicaciones. Completa la nueva disposición añadiendo plantas a tu gusto. Deberías utilizar un plano del jardín para combinar antiguos y nuevos elementos de forma armoniosa.
¡Lo has logrado! ¡Has conseguido darle forma a ese jardín descuidado! Ahora es el momento de disfrutar de tu esfuerzo en tu nuevo espacio al aire libre.
Un último consejo:
Recuerda que tu jardín necesita un mantenimiento regular: corta el césped, quita las malas hierbas y poda anualmente arbustos y setos. De lo contrario, tu jardín puede volver a ser un jardín descuidado en poco tiempo.